LUNES CÍVICO
La solidaridad puede venir de cualquiera y también aplicarse a cualquier persona, incluyendo nuestros familiares, amigos, vecinos, e incluso desconocidos, como niños, adolescentes o adultos en situación de vulnerabilidad y de escasos recursos.
La solidaridad es una virtud porque a través de ella nos mostramos unidos a otras personas, compartiendo sus intereses, inquietudes y necesidades, sin necesariamente tener un lazo afectivo que los una. Es decir, la solidaridad es una virtud porque nos acerca a personas que necesitan bondad o una mano amiga en su vida.